En medio del descenso de China hacia la deflación, las preocupaciones se están extendiendo por los mercados financieros globales. Sin embargo, los expertos financieros afirman que este cambio no necesariamente será perjudicial.
Este artículo es una traducción de la versión en inglés. La información original se puede leer en el enlace.
Se espera que la disminución de los precios dentro de la segunda economía más grande del mundo tenga un efecto en cascada, potencialmente reduciendo los costos a escala global. Dado el papel crucial de China como potencia manufacturera mundial, esta caída en la inflación podría dar a los bancos centrales la libertad de abstenerse de futuras alzas de tasas de interés. De hecho, incluso podría impulsar un cambio hacia políticas más flexibles para impulsar el crecimiento en desaceleración.
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Esta perspectiva de inflación global aliviada podría ser un rayo de esperanza en medio de la lucha de China por recuperar la estabilidad posterior al aumento de Covid-19. Factores como la desaceleración del mercado inmobiliario y los problemas en el sector bancario en la sombra probablemente mantendrán la inflación bajo control, restringiendo el gasto e inversiones tanto de los consumidores como de las empresas.
Christopher Hiorns, gestor de cartera en EdenTree Investment, destaca que una China debilitada podría acelerar el pico del endurecimiento monetario. Además, podría reducir la demanda de productos básicos, moderando así la inflación y potencialmente permitiendo que las economías occidentales operen a un ritmo más elevado.
Sin embargo, la exportación de la deflación desde China también podría provocar una desaceleración en Asia y Europa. Esto, si bien es positivo para los tenedores de bonos globales y los activos de mercados emergentes, podría plantear desafíos para estas regiones.
Cabe señalar que las implicaciones de la deflación en China en los principales consumidores como Estados Unidos y otros socios comerciales probablemente sean modestas y temporales. Los cambios en las compras de bienes chinos por parte de Estados Unidos y el conflicto en curso en Ucrania que afecta los precios de los productos básicos son factores a considerar.
Además, medidas adicionales de estímulo iniciadas por el gobierno chino podrían ayudar a mitigar la desaceleración económica y estabilizar los precios. La reciente e inesperada reducción en una tasa de interés clave por parte del Banco Popular de China subraya la creciente preocupación sobre la deteriorada perspectiva económica.
Gary Dugan, director de inversiones en Dalma Capital Management Ltd., enfatiza que la debilidad en la economía china y los signos de deflación son mitigadores claros de la inflación global. Sin embargo, sugiere que es poco probable que las autoridades chinas permanezcan pasivas ante estos desafíos.
Fuente: bloomberg.com